Blogia
grupobienvenida

A este lado del Estrecho

Hace unos pocos días todo el país estuvo pendiente durante unas horas de la Lotería: la de Navidad, la del Niño...

Es parte de nuestra idiosincrasia.

Sin embargo, no nos paramos a pensar, no la mayoría, que cada uno de nosotros tuvimos una verdadera gran suerte en un sorteo para el que ni siquiera compramos boletos. Nacimos a este lado del Estrecho, en la parte Norte, en la lugar correcto, en el hemisferio afortunado.

Unos kilómetros, una escasa distancia, separan nuestras buenas vidas, (sí buenas vidas, pese a la crisis, luego lo aclaro) de unas vidas que valen exactamente lo justo para jugárselas en una patera abarrotada, en medio del océano, a merced de redes sin escrúpulos, con un destino claro pero sin saber cuándo, cómo y donde llegarán,... si llegan.

Hablamos ahora de crisis aquí en nuestra orilla rica, por comparación a otras épocas de prosperidad, hablamos de crisis porque perdemos estado del bienestar, nos recortan derechos sociales, y se empobrecen las clases medias (aunque más bien se reempobrecen las pobres, si esa palabra existe). Allí, en la latitud equivocada, la crisis es PERMANENTE (confío en que no sea también PERPETUA). La tarea diaria es subsistir, básicamente comer, o mejor dicho que tus hijos tengan algo que comer.

Poco tiempo hace, que nuestros abuelos o bisabuelos, también cogieron la maleta y se fueron, (unos por carretera), otros en barco, y también cruzaron el océano, con un único objetivo, la misma voluntad que tienen los que ahora vienen, VIVIR.

Todo consiste en tener un poco de perspectiva, y de vez en cuando, hacer algo de memoria, y sobre todo pararse un minuto para valorar lo agraciados que somos, a este lado del Estrecho.

0 comentarios